Castilla, un resurgimiento material necesario

Por un castellanismo contra la Agenda 2030

"Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a los que estamos intentándolo" (T. A. Edison).

jueves, 21 de diciembre de 2017

La Mancomunidad de Castilla

Por Ugidos

(Castilla gráfica, revista semanal (Madrid), nº 29, 31 de agosto de 1924)

En el número pasado de "Castilla Gráfica" el culto articulista "Dalmau", habla de "La Mancomunidad de Castilla"; y al hacerlo, dirige su mirada a Santander como ciudad importadora y exportadora de Castilla con relación al mercado extranjero. El representante de "Castilla Gráfica" en Santander no puede menos de agradecer vivamente al articulista las frases de elogio que prodiga a la capital de la Montaña. Ciertamente Santander progresa y a pasos agigantados. Castilla entera puede poner los ojos confiadamente en ella como en una halagüeña promesa. Porque Santander, a pesar de su cosmopolitismo, no deja de sentir en su espíritu el aleteo de Castilla. Santander será siempre castellana. Lo es ya por ética y lo será siempre por instinto. Santander está situada, como muy bien dice el articulista aludido, entre dos puertos de gran tráfico marítimo que, a la largo, restan valoración y energías. Pero Saniander cuenta siempre con la flexión espiritual de Castilla; y ella cree que, en igualdad de condiciones en sus tarifas, etc., será siempre la preferida. La Montaña estará en todo momento al lado de Castilla —omia para cuanto signifique progreso y emancipación. Por eso "La Mancomunidad Castellana" formada por la Nueva y Vieja Castilla y León, tendrá en Santander decididos propagadores y defensores. 

¡Vayamos a ella! Empecemos. Formemos opinión con nuestras plumas y lleguemos al corazón de los castellanos para que todos presten su cooperación a la gran obra de reivindicación y de progreso, Santander está dispuesta a ello; y si el resto de las ciudades castellanas contribuyen, ella se verá muy honrada con el concurso común, porque será al fin la más concluyente y palmaria prueba de adhesión y simpatía. ¡Castellanos! ¡Vayamos hacía la Mancomunidad de Castilla! Pero vayamos con tacto. Hagamos de ella solamente un medio para la afirmación étnica. No la convirtamos en arma política, que esta suele llevar a los pueblos a la desunión y a la ruina. 


N. de la R. 
Agradecemos en el alma esas palabras de ferviente castellanismo que V. Sr. Ugidos, en representación ahora, no de Castilla Gráfica, sino del pueblo de Santander, nos dedica con la exaltación propia de hijos amadísimos de la amadísima Castilla. Nunca dudó esta revista que simboliza y recoge todos los anhelos de la región por tantas cualidades gloriosa, del castellanismo de la montaña santanderina. Y en todo momento, y ya en otra ocasión fue dicho, para ayudar al florecimiento y esplendor de la bella ciudad de Santander, toda la Castilla llana se halla solicita como lo haría por cualquier otra hermana de la llanura. Del mismo modo Santander presta a la meseta su esfuerzo desde la montaña. Hoy más que nunca todas las provincias de Castilla se hallan prietamente unidas. Celebrémoslo y aprovechémoslo para lograr el mayor florecimiento. Pero como V. dice, hay que laborar con tacto, con cautela. Una Mancomunidad para realizar nuestros deseos, muestras justas aspiraciones, una mancomunidad que abarcando las dos Castillas y aun algunas provincias cuyos intereses económicos y espirituales son comunes y afines a los nuestros tuviera como único lema: el amor a Castilla y por ende, el afán inquebrantable de trabajar sin descanso, hasta dotarla del magnifico esplendor a que tiene derecho.

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